Otra compañía internacional que abandona la Argentina: Kahlbetzer vendió una de las mayores empresas agropecuarias del país. "cansada de la máquina de impedir".
Informa : Bernardo Goncalves Borrega .-
Fuente : bichosdecampo.com.ar .-
Una nueva empresa de capitales internacionales decidió abandonar la Argentina: se trata de LIAG, compañía agropecuaria controlada por una de las familias más ricas de Australia, que estaba presente en el país desde 1982.
Cuatro décadas atrás los Kahlbetzer decidieron invertir en la Argentina –en plena guerra de Malvinas– porque, con gran poder de anticipación, previeron que, comprando activos a valor de “regalo”, lograrían multiplicar su inversión a partir del enorme desarrollo que registraría el sector agropecuario en las próximas décadas. Y no se equivocaron.
La decisión que acaban de tomar, en cambio, indica que no están esperando que la Argentina pueda experimentar una recuperación sostenida que justifique mantener las inversiones en el país.
La buena noticia es que Gerardo Bartolomé y su hijo Ignacio, fundador y CEO de la corporación semillera GDM Seeds, compraron la compañía creada por los australianos para continuar con las actividades desarrolladas por la empresa.
Liag Argentina S.A., tal es el nombre de la sociedad, posee un campo en Vedia (Buenos Aires) de 13.123 hectáreas, uno en Vicuña Mackenna (Córdoba) de 9346 hectáreas y el tercero en Talavera (Salta) de 41.080 hectáreas, además de arrendar campos de terceros. Se dedican a la producción, tanto en secano como bajo riego, de algodón, legumbres, soja, maíz, trigo y ganado bovino. Parte de la producción es procesada y exportada por una firma controlada por la sociedad (Importadora y Exportadora del Norte S.A.).
El estado financiero y económico de la empresa es óptimo con resultados favorables en los últimos ejercicios. El último balance, correspondiente al ciclo 2021/22, terminó con ganancias por 1808 millones de pesos argentinos. ¿Las razones de Kahlbetzer para abandonar la Argentina? No son difíciles de encontrar porque están incluso detalladas en la reseña informativa del ejercicio 2021/22 presentado por Liag a la Comisión Nacional de Valores (CNV).“El Banco Central (BCRA) ha continuado con restricciones cambiarias, intensificándolas en lo referido a importaciones de bienes y servicios”, señala la reseña.
“Durante la campaña bajo análisis se ha mantenido el régimen de derechos de exportación (retenciones) basado en porcentajes sobre el valor FOB que oscilan entre el 5% y el 33%, dependiendo del producto del que se trate. En nuestro mix de productos, la alícuota promedio ponderada es del 16%”, expresa el documento, para luego añadir que las intervenciones de mercado instrumentadas por el gobierno “impactan en los precios que reciben los productores primarios” argentinos.
“Adicionalmente, la persistencia de una tasa diferencial del IVA entre los insumos y los fletes (al 21%) y las ventas de cereales y oleaginosas (al 10,5%), que en general no permite la completa absorción de los saldos técnicos a favor, en la presente campaña, debido a los firmes precios en dólares, sumados a la paulatina devaluación de la moneda local, han causado una reducción del saldo a favor técnico en los trimestres de mayor venta, llegando a ser absorbidos incluso en su totalidad en el tercer trimestre del ejercicio, para aumentar luego de acuerdo al ciclo habitual del negocio”, comenta.Respecto a las solicitudes de reintegro del IVA por operaciones de exportación, las noticias tampoco son favorables. En el último balance, cerrado el 30 de junio de 2022, el crédito fiscal por recupero de IVA de exportación que la Afip tenía pendiente de pago a la compañía era de 37 millones de pesos.
En lo que respecta al cultivo de algodón, con un área que en la última campaña se ubicó en 6100 hectáreas, la empresa se quejó de que “la estabilidad de los rendimientos de este cultivo mantiene la incertidumbre” a causa “del uso de la tecnología de semilla que ofrece el mercado local”.
“Si bien han sido oficialmente aprobadas nuevas tecnologías, los semilleros (de algodón) aún no están proveyendo los últimos eventos a los productores, entre otras causas porque sigue sin sancionarse la ley de semillas y no está claro cuáles serían los mecanismos de fiscalización”, remarcó.
Ante tales evidencias, sumadas a las noticias desfavorables (y a veces desconcertantes) provenientes de la Argentina, los empresarios australianos decidieron retirar todo su capital del país.
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