LA NACION-
28-11-12 .
CARTAS DE LECTORES.
CUIDAR A MI HIJO.
Estoy retirado del Ejército con grado de capitán desde 1971,
por mi propia voluntad, y desde entonces no he prestado servicio alguno a la
institución. A partir del 17 de octubre de este año estoy sufriendo una
situación absolutamente irregular, que bien puede calificarse de maliciosa y perversa.
Con
motivo de la política actual sobre derechos humanos, en lo que hace a delitos
de lesa humanidad cometidos durante el gobierno militar, se abrió una causa
relacionada con el Operativo Independencia, por supuestos hechos registrados
entre febrero de 1975 y el 24 de mayo de 1976. En esa acción militar no tuve
ninguna participación directa ni indirecta, dada mi situación de revista, por
lo que sorpresiva e irregularmente fui detenido arbitrariamente e internado en
el Penal de Villa Urquiza, sector de máxima seguridad, de la provincia de
Tucumán, y que es de castigo de los presos considerados muy peligrosos. Todo
esto a pesar de mi edad (81 años) y de mi mal estado de salud, debido a dos
operaciones de cáncer, por lo cual sufro fuertes dolores, además de otras
afecciones menores.
A la situación mencionada se suma otra que puede ser calificada de violatoria de derechos humanos, y comprende a mi hijo mayor, que padece una incapacidad total por enfermedad mental (esquizofrenia paranoide), lo que motiva su permanente internación en un instituto psiquiátrico. Dada su gravedad, he sido designado judicialmente su curador, ya que soy la única persona que tiene acceso a él, porque su madre falleció hace 13 años. A mi solicitud, me trasladaron para visitar a mi hijo como un preso de máxima peligrosidad en un camión de la prisión, pero los médicos que lo tratan consideraron riesgoso que me viera acompañado por dos personas uniformadas con portación de armas, por la posibilidad de que entrara en colapso. Por tal razón, no pude visitarlo. Es de imaginar la tristeza que me provocó esta situación no deseada e injusta desde todo punto de vista.
Confío en que la justicia competente, dada mi falta de responsabilidad ante hechos aberrantes a la persona humana, se expedirá en forma absolutoria y que hasta tanto ello ocurra me permita estar al cuidado de mi hijo enfermo, en mi domicilio.
Walter E. Saborido
DNI 4.943.766
A la situación mencionada se suma otra que puede ser calificada de violatoria de derechos humanos, y comprende a mi hijo mayor, que padece una incapacidad total por enfermedad mental (esquizofrenia paranoide), lo que motiva su permanente internación en un instituto psiquiátrico. Dada su gravedad, he sido designado judicialmente su curador, ya que soy la única persona que tiene acceso a él, porque su madre falleció hace 13 años. A mi solicitud, me trasladaron para visitar a mi hijo como un preso de máxima peligrosidad en un camión de la prisión, pero los médicos que lo tratan consideraron riesgoso que me viera acompañado por dos personas uniformadas con portación de armas, por la posibilidad de que entrara en colapso. Por tal razón, no pude visitarlo. Es de imaginar la tristeza que me provocó esta situación no deseada e injusta desde todo punto de vista.
Confío en que la justicia competente, dada mi falta de responsabilidad ante hechos aberrantes a la persona humana, se expedirá en forma absolutoria y que hasta tanto ello ocurra me permita estar al cuidado de mi hijo enfermo, en mi domicilio.
Walter E. Saborido
DNI 4.943.766
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