La renta está en alimentos.
Desde esa clave hay que leer que ya no alcanza con tener soja barata para ofrecer al mundo para convertirse en un actor poderoso de los commodities, porque los compradores tienen exigencias cada vez más sofisticadas y el mercado se mueve en base a cadenas globales que obligan a pensar en estrategias a 20 años. “La renta se acerca cada vez más a la comercialización y se aleja de la producción”, resaltó el experto, para quien poder enfrentar este desafío con chances de éxito es más “un problema de negocios que de ideología”.
El mercado mundial de los alimentos es hoy sinónimo de aumento constante y sostenido en el tiempo de la demanda. Esa expansión está traccionada por el auge demográfico y económico de los grandes países de Asia, con China e India a la cabeza, quienes junto con algunos emergentes como Brasil o Sudáfrica serán los “drivers” del nuevo patrón de crecimiento mundial.
La pregunta del millón es quién le dará de comer a esa demanda, ya que cada país arma su propia estrategia para acomodarse a los nuevos tiempos. Así, el año pasado China montó 30 plantas de crushing de soja con el objetivo de sustituir importaciones que llegan, por ejemplo, desde Argentina.
Estrategias.
Es que la demanda de soja es cada vez más elaborada y exige más y mejores proteínas, por lo que según Bisang es fundamental poder armar hoy una estrategia “a 20 años” que anticipe tendencias y organice la producción en función de eso.
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