De los terremotos, que han causado más de 5.000 muertos.
Cientos de miles de personas pasan la noche en sus vehículos o agolpados en polideportivos y refugios.
Las autoridades temen que la cifra final de víctimas sea mucho más alta.Un nuevo día ha amanecido sobre dos países desolados por la tragedia. Cientos de miles de personas en Turquía y Siria han pasado la noche en sus vehículos o agolpados en polideportivos y refugios, algunos incluso en la calle tratando de luchar contra las bajas temperaturas con fogatas improvisadas. Sus hogares son un montón de cascotes, se han visto dañados o temen que lo hayan sido y que puedan derrumbarse con el paso de las horas. Muchos de ellos esperan noticias de sus seres queridos, atrapados bajo los escombros. La cifra de muertos no para de aumentar: supera ya los 5.000 entre ambos países, pero se teme que el número final sea muy superior. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado el estado de excepción en las zonas afectadas por el terremoto, que estará en vigor al menos durante tres meses.
El Gobierno de Turquía informó de que, casi 40 horas después del primer terremoto, de magnitud 7,8, se han computado 3.419 muertos y más de 20.000 heridos.
En Siria, la cifra de fallecidos asciende a 1.602 y los heridos se cuentan por miles, sumando aquellos en zonas bajo control del Gobierno y aquellos en territorio controlado por los rebeldes. Pero la destrucción es tal ―solo en Turquía ya se han computado más de 5.000 edificios completamente destruidos por los sísmos y sus fuertes réplicas― que la Organización Mundial de la Salud (OMS) teme que el número de muertos continúe aumentando hasta superar los 20.000.
“Por desgracia vemos lo mismo en todos los terremotos. Los números iniciales de personas muertas o heridas se incrementarán significativamente esta semana”, explicó Catherine Smallwood, encargada de emergencias en Europa de la OMS.
Según la agencia de gestión de emergencias de Turquía (AFAD), 16.400 efectivos de salvamento, tanto de la agencia turca como llegados del extranjero, han trabajado durante toda la noche retirando escombros y abriendo túneles para tratar de rescatar a quienes todavía quedan entre las ruinas. Las primeras 48-72 horas de trabajo son cruciales para hallar supervivientes; después, las probabilidades de que quienes han quedado atrapados permanezcan con vida se reducen considerablemente, más aún teniendo en cuenta que, durante la noche, muchas de las provincias afectadas han registrado temperaturas bajo cero, lluvia o nieve. Según el vicepresidente turco, Fuat Oktay, cerca de 8.000 personas han sido rescatadas ya de entre los escombros.
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