# PLAN MI PAIS.

#RenovacióndelaPolíticaPartidaria.|||||||||||||||||||||||||||||||||| 

Los argentinos estamos hartos.
 
Hartos de la decadencia. Hartos de la ineptitud de nuestra dirigencia. De su mediocridad y su mezquindad.
Un país de enormes posibilidades, sumergido en la pobreza. Una pobreza que es el emergente claro, el síntoma evidente e inocultable, de la pobreza intelectual emocional y operativa de nuestra política partidaria.
Los titulares de los diarios son una colección de ineptitudes, banalidades e imposturas.
Veamos los últimos “episodios” de una saga ya predecible, que irrita y enfada:
1.  INEPTITUD

Crónica de un fracaso anunciado.
El gobierno argentino primero cerró las DDJJ a las exportaciones de subproductos de la soja y luego concretó lo remanido y esperado: elevó los impuestos a la exportación de aceite y harina de soja, de 31% a un 33%, lo mismo que el grano de soja sin proceso de industrialización.
Ya no existe diferencial arancelario en los impuestos por exportar soja y sus derivados. 

Es decir, que agregarle valor al grano, mediante un proceso de industrialización que además generan miles de puestos de empleo, ya no tiene ningún “incentivo” adicional.

El comillado es una ironía porque, como ya hemos dicho en otras oportunidades, Argentina es de los pocos países del mundo que castiga la exportación en general y que ahora, en particular, tampoco parece interesada en reconocer inversiones millonarias a través de décadas (y eso que al gobierno le encanta hablar de “industrializar” y “exportar”).

No contento con ello el gobierno justifica su accionar en “las ganancias extraordinarias de un grupo de empresas”. Funcionarios que nunca han comprado nada a $1 y lo han vendido $2, que nunca han pagado sueldos del 1 al 5 y que jamás han tenido que sortear las infinitas regulaciones, impuestos e impedimentos en relación a la falta de seguridad jurídica e inestabilidad  macroeconómica critican a los que invierten, dan trabajo y generan exportaciones en las que Argentina es líder mundial. Notable.

 Y lo imperdonable, es que para justificar lo injustificable, dividen a la sociedad.

Nos enfrentan a unos contra otros: “11 empresas de ganancias extraordinarias”.

Se las nomina.

Se las expone.

Se las demoniza.

Seguro que los empleados de esas empresas no piensan como los funcionarios. Funcionarios que no aprendieron nada del reciente caso Vicentín. Y de tantos otros. Porque los empleados de esas empresas bien saben que esos funcionarios tampoco tomaron jamás un colectivo de madrugada para ir a trabajar.

2.  BANALIDAD

Los lideres de la oposición y el oficialismo.

En un país devastado, inmerso en un contexto de guerra mundial en el que faltará de todo y en el que todo costará muy caro (principalmente la energía de la que carecemos), los líderes de los partidos de la coalición opositora, cuando debieran estar trabajando en soluciones de corto, mediano y largo plazo (porque se supone que quieren volver a ser gobierno en 2023, ¿no?), en lugar de ocuparse de lo urgente y de lo importante, se ocupan de enfrentarse en público y en privado.

En on y en off. Y toda disputa es sobre el pasado.

O sobre los unos y los otros.

¿El futuro? Bien, gracias. ¿El País? También. ¿Propuestas concretas?

Ausentes. Solo luchas de poder. Cargos. Egos. Figuración.

Negocios provinciales y nacionales. Machos alfa. Hembras alfa. ¿En el oficialismo? Idem. Patético.

3.  IMPOSTURA .

El gobierno (y van…)
En su urgencia por administrar su debacle interna y tomar una Agenda Ciudadana ya incontenible e irrefrenable, el oficialismo sigue sanateando (¿o debiéramos decir saraseando?), intenta distraer, ocupar titulares y presenta esta semana la grandilocuente “Unidad Ejecutora Especial Temporaria / Argentina Productiva 2030 (…)” (sigue extensísimo título), a cargo de “elaborar y monitorear la implementación” de un “plan” (así con minúsculas, aunque lo escriban con mayúsculas) “productivo, industrial y tecnológico”.

Nos sale decir:

Muchos planes = ningún plan (y van…)

O podríamos también decir:

“Si querés que algo no funcione crea una comisión” (o una “unidad ejecutora” como en este caso) (y van…)


Porque en su premura, el oficialismo improvisa, simula y tropieza. Veamos (solo) algunos puntos:


En un programa de “crecimiento económico”, “participativo y federal” (así lo definen), el Turismo, una de las actividades de mayor potencial y transversalidad a todas y cada una de nuestras provincias que (como en muchos países líderes del mundo) permitiría el desarrollo hasta el último rincón de cada una de ellas, con empleo y mano de obra local a raudales, e impacto en enorme cantidad de otros ámbitos, no está contemplado ni mencionado.
Pero lo más evidente y esencial, la incoherencia de base, lo que hace de todo el ejercicio un absurdo, es que el oficialismo es el actor principal que impide todo lo que propone:
Dice “duplicar exportaciones”. ¿Con una macroeconomía desquiciada? ¿Con un cepo que impide las importaciones de insumos imprescindibles para el crecimiento de esas exportaciones? ¿Con ese mismo cepo que impide que los inversores retiren sus utilidades? ¿Con la “cazas de brujas” a esos eventuales inversores? ¿Con 100% de brecha? ¿Con prohibiciones y restricciones a la exportación como vimos hoy en 1) y en reiteradas oportunidades durante los últimos años con la carne? ¿Con regulaciones asfixiantes e impedidoras de toda creación de emprendimientos y empresas? ¿Con inestabilidad fiscal, subiendo y agregando impuestos cada vez que se les ocurre? ¿Con los 167 actuales? ¿Con convenios colectivos de trabajo (del año del jopo), que los países de las que fueron tomadas como ejemplo (hace 70 años) modificaron en reiteradas oportunidades para permitir su desarrollo? ¿Sin acuerdos comerciales de peso y una geopolítica errática?En futuros posts iremos completando y detallando los detalles de la improvisación, y de cómo, como siempre, la política partidaria pone la carreta delante de los caballos. Para finalmente hacer… nada.
Los Ciudadanos continuamos trabajando en un genuino Plan de Desarrollo y Crecimiento macro micro junto a las imprescindibles Políticas de Estado que trasciendan a los gobiernos de turno y saquen a la Argentina de su persistente e injustificable decadencia.
Oficialismo y oposición están desnudos. Ya no pueden ocultarse. Los vemos. Es una mala noticia para la política partidaria y una muy buena para la Ciudadanía: los argentinos ya no creemos que la solución de la Argentina pase porque la gestión que ya gestionó le gane a la que está gestionando. Basta ver las votaciones de 2015, 2017, 2019, 2021 para que quede claro que los votos ya no son de nadie.


La Ciudadanía va por delante de la política partidaria.

No queremos más verso, más sanata, más sarasa, mas eslóganes vacíos.

No queremos muchos “planes”. Queremos UN PLAN.
Queremos habitar una Argentina creciente y pujante que nos incluya a todos y nos permita avanzar en paz. Los Ciudadanos tenemos muy claro que es mucho más importante estar juntos que estar de acuerdo en todo.

Ya no aceptaremos que nos dividan y que nos enfrenten solo para el propio beneficio de la única y nueva oligarquía argentina, la que jamás ajusta ni sus privilegios ni sus ingresos: la política partidaria.
Por esto, invitamos a políticos y funcionarios probos de todo signo político, a estar a la altura de su época y su demanda; y a trabajar por el Bien de nuestra Nación y sus Ciudadanos. Los que no lo sean, no lo estén, o no puedan, están invitados a irse a su casa, o mejor aún: al mismo exilio al que ya empujaron a tantos compatriotas, mientras que otros, que también quieren vivir en paz y en prosperidad, no pueden llegar ni en colectivo a Ezeiza.
#YoQuierounPlanparaMiPaís 

#RenovacióndelaPolíticaPartidaria.-