sábado, 2 de julio de 2022

LA CAMPAÑA TERRORISTA DE RUSIA INDICA CUAL ES LA UNICA VIA HACIA LA PAZ EN UCRANIA Y EN EUROPA.

Por : ELENTIR .-
Fuente : CONTANDOESTRELAS .

Foto: @VozdeAmerica. Imagen del ataque ruso de este lunes a un centro comercial en Kremenchuk, Ucrania.          

Los rusos continúan atacando a la población civil de forma indiscriminada.       

 A estas alturas de la invasión rusa de Ucrania, el régimen de Putin se ha ganado a pulso, ser calificado como un Estado terrorista y ser tratado como tal.

Salvaje ataque ruso con misiles a un centro comercial en Kremenchuk.

El último episodio de esa campaña terrorista, al menos de momento, se produjo ayer con un ataque ruso con misiles contra un centro comercial en la localidad de Kremenchuk, en el centro de Ucrania, un lugar hasta ahora alejado de los combates que vienen afectando a otras partes del país. En el centro comercial estaba lleno de personas en el momento del ataque

Anoche, Ucrania informaba que ha habido 13 muertos y 59 heridos

Como Putin no puede conquistar Ucrania, pretende arrasarla.

Este no es el primer ataque indiscriminado contra población civil que Rusia comete en Ucrania. 

Hasta ahoralos rusos han atacado edificios residenciales, colegios, hospitales, guarderías, teatros, iglesias y otros centros religiosos, en una campaña que demuestra, ante todo, la frustración del régimen de Putin ante el fracaso de sus planes de agresión contra Ucrania.                 

Como no puede apoderarse de todo el país ni consigue derrotar a los ucranianos, busca arrasar Ucrania y masacrar a su pueblo, y todo como parte de un ataque no provocado.

Recordemos que ésta es una guerra de conquista iniciada por Rusia sin que mediase ningún ataque ucraniano contra territorio ruso.                                                                                

Lo que está haciendo Rusia en Ucrania podría hacerlo también en el futuro contra otros países si alcanzase sus objetivos contra el pueblo ucraniano, ya sea total o parcialmente.  

El Kremlin ya ha amenazado a Polonia, Moldavia, Finlandia, Suecia y Lituania, dejando en evidencia que la única noción de la diplomacia que conoce se basa en el matonismo y el terror contra sus vecinos.

La falsa ‘paz’ que algunos políticos pretenden para Ucrania

A pesar de ellouna parte de la clase política europea quiere convencernos de que habrá que ceder de algún modo ante Rusia para lograr la “paz”.

Esas cesiones podrían incluir no sólo parte del territorio de Ucrania -actualmente Rusia tiene ocupado el 20% de ese país-, sino también el levantamiento de las sanciones a Rusia, la impunidad para los criminales de guerra rusos y la renuncia a que Rusia indemnice a Ucrania por los terribles daños que ha provocado su agresión. 

Lo que esos políticos venden como “paz” es en realidad someterse al chantaje de Putin y dejarnos atropellar por él, con la esperanza de que no lo volverá a hacer (siempre que no hagamos en el futuro nada que le incomode, claro).

La historia nos demuestra que ceder ante los totalitarios es una forma de alentarles a continuar recurriendo a la violencia para alcanzar sus objetivos.

La Segunda Guerra Mundial no habría dado a una paz verdadera en Europa si el nazismo no hubiese sido derrotado rotundamente.                                                                                

Nadie en su sano juicio consideraría válida a día de hoy la idea de negociar el futuro de Europa con un monstruo como Hitler: ¿por qué negociar con un monstruo como Putin? 

¿Qué Europa queremos construir cuando admitimos en el vecindario, como uno más, a un criminal que invade un país vecino, asesina a miles de civiles y deporta a cientos de miles de ucranianos hasta los lugares más remotos de Rusia?

La paz sólo volverá a Ucrania y a Europa si Rusia es derrotada.

Dicho sea de paso, deberíamos tener bien presente que después de 1945 media Europa no pudo tener una verdadera paz después de 1945 porque quedó sometida al yugo soviético, tan despótico como el nazi. 

De hecho, esa paz pronto se convirtió en una Guerra Fría a causa del imperialismo soviético, del cual Putin es un directo heredero. Así pues, Ucrania -y con ella el resto de Europa- sólo tendrá paz cuando Rusia sea derrotada y el último soldado ruso abandone el territorio ucraniano.      

Es la única forma de bajarle los humos al imperialismo ruso y desincentivarle a atacar a ningún otro país vecino.

Europa podrá vivir muy tranquila con una Rusia derrotada, pero no con una Rusia incitada a volver a atacar al comprobar que su campaña de terror surte efecto y consigue obtener réditos de sus agresiones.

Para lograrlo, Europa debe comprometerse de lleno en ofrecer toda la ayuda militar posible a Ucrania, aunque eso implique que pasemos estrecheces. La libertad exige sacrificios y los ucranianos están asumiendo ya los mayores sacrificios posibles. No podemos pretender quedarnos al margen como si esto no fuera con nosotros. 

En Ucrania no sólo se decide el futuro de esa Nación, sino el de toda Europa.

 

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