lunes, 29 de agosto de 2022

UN POCO DE MEMORIA                       

Y                                                                

UNA REALIDAD DURA.                                                                           

Por : Bernardo Goncalves Borrega .-
Director Asociado . Corresponsal en Casa de Gobierno .-

Cuando uno lleva 49 años como periodista acreditado en forma permanente, por distintos medios, y vio pasar desde julio de 1973, fecha en que ingrese como cronista, por una agencia de notas, hasta hoy, agosto del 2022, una serie de personajes siniestros de la política argentina, no puede llegar a convencerse, que sigan siempre golpeándose los argentinos con la misma roca.                                                                              Quien hoy escribe estas líneas, tuvo la suerte de tener un padre Bernardo José Goncalves Borrega, con quien compartió esta maravillosa profesión, y con un grupo de señores periodistas de la Sala de Periodistas de la Casa de Gobierno, que fueron unos verdaderos maestros y cuya enseñanza nunca se olvida, a pesar de que uno hizo también la Universidad del estudio.

Hacer el recuento de todos aquellos compañeros de ruta y tarea es difícil, porque son tantos y tan buenas letras, que uno puede pecar de olvidarse de alguno. Pero si traeremos a la memoria algunos de esos nombres que caminaron kilómetros de escaleras y pisos de la Casa Rosada.

Son ellos Jorge Gomez Lopez, Enrique Bugatti, Enrique Llamas de Madariaga, Faustino Altamirano, Osvaldo Piñero, Alfredo Bufano, Juan Gabriel Burnet Merlin, Jorge Passo, David Bustuoabad, Susana Grassi, Pedro Spinelli, Aldo Blas Pardo, Hector Caprara Muñoz, Sixto Vila Ruiz, José Corzo Gomez, y otros tantos más que viven en el recuerdo de quienes compartieron esas jornadas de trabajo y camaradería.

Este escriba, que ya concurría en el año 1961, de pantalones cortos, pero que empezaba a sentir las vibraciones de la mejor profesión del mundo, como decía el gran escritor Gabriel García Marques, descubría, a pesar de ser un niño, que ese atronador ruido de las maquinas Olivetti, eran los pasos previos para defender la libertad de expresión y la libertad de todos los argentinos frente al autoritarismo de los movimientos populistas, qué para tenerlos presos, manejaban que todo debía venir del estado nacional, aunque por abajo, querían que los sectores privados les hicieran llegar las divisas para mantener esa fiesta, que hoy, en el año 2022, en el mes de agosto, quieren proclamar para seguir metiendo la mano en la lata.

Muchas veces, se escuchan decir a la gente que los periodistas mienten, cambian la verdad, se venden y otras yerbas, pero a pesar de esos pocos, que son innombrables y que son ampliamente conocidos por toda la opinión pública, hay un muy grande sector, que somos los que tenemos más de sesenta años, que vimos y sufrimos a esos gobiernos populistas, que solo buscan perpetuarse en el poder, como si fueran una dictadura militar.

Y lo notamos con la actual generación de seudos periodistas, que más que comunicadores, son militantes, de muy bajo precio y son los que entran en manada cada vez que asume un gobierno populista.

En mi caso, mi padre empezó a trabajar por el Diario La Prensa, durante el primer gobierno del general Perón, poco tiempo antes de que este "demócrata" lo cerrara, porque publicaba todos los delitos que cometía ese gobierno populista.

Quiero aclarar que no estoy en contra de los derechos de los trabajadores, bajo ningún punto de vista, y que es deber de los empresarios, comerciantes, etcétera, el pagarles bien a quienes trabajan para ellos sin explotarlos. Pero también las leyes deben ser parejas para los dos lados y no es posible que la mafia sindical, que comenzó con Perón, y que continua hoy, disponga de la vida de todos los argentinos.

Hay un tiempo y un lugar para todo y no es posible, porque a un inadaptado social, se levantó con la pata izquierda, pare los subtes, los aviones, los trenes, los micros, etc.

No es aceptable ni posible, que los países que rodean a la Argentina tengan una inflación anual de menos del 5 por ciento y que la Argentina tenga una inflación del 90 por ciento, ya que debemos mantener a nueve millones de extranjeros, mientras esos gobiernos no los alimentan, los educan, los curan, etc.

Eso sí, gastan entre Chile, Perú, Bolivia, Paraguay y Brasil, en lo que va, en el periodo junio de 2016 y julio de 2022, entre 80 y 90 mil millones de dólares en Armamento, ruso y otras partes del mundo.

Hoy tenemos un gobierno débil, que no tiene los pantalones largos puestos, porque si los tuviera, hace rato que habría muchos deportados, juntos con sus familias a sus respectivos países de origen y con la consecuente quita de la nacionalidad Argentina, que hoy por hoy, es anacrónica, que siga existiendo el derecho “del suelo”, cuando en todo el mundo existe el “de la sangre”.

Del Congreso y de la Justicia es imposible dejar de hablar porque, los representantes del pueblo y de los gobiernos de las provincias, solo piensan en sus propios bolsillos y de la justicia, no tienen los ojos vendados y fallan permanentemente a política y no a derecho. Salvo muy honrosas excepciones, a riesgo de sus vidas.

Este es el único país del mundo donde los ex presidentes que tienen procesos y condenas son senadores, con fueros, cuando se sabe bien que los fueron son solamente por el pensamiento político y no por  delitos económicos, aunque alguno que otro abarca causas penales.

En mi largo paso en la Sala de Periodistas puedo decir que a mi "NO ME LO CONTARON", como dice un querido gran colega y hoy decano de los periodistas, y actual Presidente Honorario de Apera, don Roberto Di Sandro, quien me vio nacer y vio como “este bichito”, se prendía en uno.

49 años hoy, aunque el 15 de julio de 2023, serán 50 de trabajo, son muchos años para contar, pero no quiero escribir un libro, pero eso sí, llamar a la reflexión, de quienes en el próximo año van a votar, que piensen con visión de futuro para sus hijos, sus nietos, sus bisnietos, porque solo el trabajo la educación y el sacrificio permite asegurar un bienestar en el futuro. Que no se equivoquen y que vean falsas luces de prosperidad, que son una nube de humo.

Además solo los gobiernos populistas sancionan leyes que permiten que los presos voten y tengan jubilaciones y pensiones y que los extranjeros tengan más derechos que los nacionales. Son extranjeros y deben agradecer trabajando de sol a sol, para ganarse el derecho de estar en suelo Argentino.

DIOS ILUMINE A LOS ARGENTINOS EN LAS URNAS.- 

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