martes, 19 de julio de 2022

 

El Presidente promulgó las leyes de VIH y Onco-pediatría, que amplían derechos y cambian el paradigma de atención

“La ley parece ser igual para todos, pero no todos somos iguales ante la ley: algunos gozan de privilegios y otros no los tienen. El Estado está precisamente para nivelar condiciones, terminar con algunos privilegios y privilegiar a los que lo necesitan. Por eso, hemos dado un paso muy importante hoy”, aseguró el mandatario durante el acto.

En ese sentido, el Presidente agregó:  "Nunca ninguna pelea justifica la resignación de un derecho. Por dura y difícil que sea la pelea, ninguna pelea puede darse resignando derechos de otro. Y si quieren ver si vamos a dudar, hoy tienen la prueba de que no vamos a dudar”.

Por su parte, la ministra Vizzotti destacó que “esta es una gestión que tiene como prioridad a la salud, desde el inicio y mucho antes de la pandemia” y celebró “la promulgación de leyes que amplían derechos".

 “Vamos a trabajar para que esos derechos sean una realidad rápidamente, reglamentando la ley, trabajando con las provincias, con la sociedad civil y con la sociedad científica”, explicó la ministra y remarcó: "Es un paso enorme, estamos trabajando en conjunto para tener más y mejor salud: más accesible, más equitativa y de mejor calidad".

En el acto estuvieron presentes, entre otros funcionarios, la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus; la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra; de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; y la diputada del Frente de Todos que impulsó la norma, Carolina Gaillard.

También asistieron legisladores nacionales, referentes de organizaciones de la sociedad civil nucleadas en el Frente Nacional por la Salud de las personas con VIH y hepatitis virales y el Foro de ONGs con trabajo en VIH y otras problemáticas de argentina.

El 30 de junio pasado, el Congreso aprobó una nueva ley de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual, que cambia el paradigma biomédico de la normativa anterior, sancionada en 1990.

 La nueva legislación, que cuenta con un enfoque de géneros y de derechos humanos, busca garantizar la atención integral de manera gratuita e impulsa la eliminación del estigma y la discriminación.

 Esto incluye las prestaciones para las prácticas de prevención, promoción, diagnóstico, terapéutica y todas aquellas tecnologías que pudieran estar directa o indirectamente relacionadas con el diagnóstico oncológico.

Además, posibilita la jubilación anticipada a aquellas personas de 50 años que viven con VIH hace 10 años y que cuentan con al menos 20 años de aportes; y otorga una pensión no contributiva de carácter vitalicio para quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad social.

La nueva ley también declara de interés público y nacional los medicamentos e insumos para la prevención, diagnóstico, tratamiento y cura del VIH, Hepatitis, TBC e ITS, su producción pública y el acceso universal, oportuno y gratuito.

 Ley de Onco-pediatría, también sancionada el 30 de junio por el Senado, obliga a las obras sociales y prepagas a dar una cobertura total para la atención de niños, niñas y adolescentes con cáncer.

Esto incluye las prestaciones para las prácticas de prevención, promoción, diagnóstico, terapéutica y todas aquellas tecnologías que pudieran estar directa o indirectamente relacionadas con el diagnóstico oncológico.

La nueva ley establece que el Estado Nacional otorgará una asistencia económica a las familias equivalente al monto de la Asignación Universal por Hijo con discapacidad, y beneficiará también a los jóvenes entre 15 y 18 años que actualmente, en su mayoría, son asistidos como pacientes adultos.

 

EXPO RURAL 2022 : 

INFO PRIMER ANIMAL 

CORTE DE CINTAS.

Por : BERNARDO FELIX GONCALVES BORREGA .
Director Asociado . En el predio rural .-

134° Exposición Rural .-

Llegó el primer animal a la Exposición Rural 2022: Nicanor, un toro campeón del mundo de la raza Limousin.
 Además, se llevó a cabo el acto de corte de cintas donde estuvieron presentes representantes de la Sociedad Rural Argentina, de La Rural S.A, autoridades e invitados especiales, que destacaron “la potencia y el potencial del campo”. 
La muestra abrirá sus puertas al público este jueves 21 y se extenderá hasta el domingo 31 de julio.   
Este martes 19 de julio, a las 8 hs, ingresó el primer animal al predio ferial. Se trata de Nicanor, un toro de la raza Limousin, que pertenece a Cabaña La Cotidiana, de Italo Lattanti, de Chenaut, Exaltación de la Cruz (Capilla del Señor), provincia de Buenos Aires, y que entre sus logros cosecha dos primeros premios en mundiales de la raza y en la edición 2019 de la muestra, obtuvo el premio Gran Campeón Macho.  

“Nicanor” fue recibido por representantes de la Sociedad Rural Argentina, de La Rural S.A, autoridades e invitados especiales, que realizaron el tradicional corte de cintas que habilita el ingreso de los animales al predio de Palermo.

Durante el acto, el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, luego de dar la bienvenida, dijo: “Acá estamos en Palermo, la casa de campo en la ciudad” y agradeció el acompañamiento de todos los presentes, y de los productores, cabañeros y expositores.

Para esta Exposición Rural 2022 habrá “más de 400 expositores, 2500 animales inscriptos, 200 conferencias, y 500 reuniones de rondas de negocios internacionales”, adelantó Pino, destacando que para la puesta en marcha se realizó una inversión de más de 500 millones de pesos y se generaron unos 9000 puestos de trabajo. Algo muy importante es que se estiman negocios por 18.000 millones de pesos.                                                                                        “Si esto es la potencia del campo, acá es dónde la vamos a encontrar”, indicó agregando que se preparan para tener “una gran muestra renovada”.

Por su parte, el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, dijo: “Estamos muy contentos de recibir en la Ciudad esta síntesis del potencial del campo.  El campo es trabajo, es inversión, es alimentos, es exportaciones.                                                

El campo es uno de los motores del potencial enorme de crecimiento que tiene nuestro país”. Y agregó: “Pero lo vemos maniatado, trabado, esta todo como muy frenado, no se explota el potencial enorme que tiene Argentina y el campo: trabas, impuestos, complicaciones, brechas, toda una maraña burocrática que está complicando todo”.

Por otro lado, Gastón Lernoud, presidente de La Rural S.A., dijo: “Es importante ver la cantidad de trabajo real que se realiza en el predio. Aquí se muestran las pymes y los emprendedores que muestran sus productos y su trabajo federal. Estamos frente a una exposición de la que vamos a hablar por mucho tiempo”.

¿Quién es Nicanor?                                                  

“Abrir esta muestra me llena de un gran orgullo.                     Es hermoso, después de 2 años de pandemia, volver a pisar la arena de la pista de Palermo. Es un prestigio muy grande para nosotros”, dijo Juan Pablo Lattanti, criador del primer animal.

Este toro de la raza Limousin pesa 1080 kg y tiene 4 años. Es hijo de “Gran Coqui”, que es otro de los animales con mucha historia en la raza. Nicanor ganó el campeonato mundial de la raza en 2020 y 2021; y en 2019 fue el Gran Campeón de Palermo. “Si bien tiene un temperamento fuerte, es muy manso y tranquilo. Es el líder entre sus compañeros de Cabaña”, contó Juan Pablo Lattanti, de Cabaña La Cotidiana.                                                                    En las próximas horas seguirán ingresando animales provenientes de todo el país. La muestra abrirá sus puertas al público este jueves 21 y se extenderá hasta el domingo 31 de julio.


DATOS ÚTILES DE LA EXPO RURAL

FECHA Y HORARIO:

21 al 31 de Julio 2022, de 9 a 20hs

ENTRADAS:

Venta Online en:   www.laruralticket.com.ar

Valores de entradas online:

Entrada general Individual

Jueves a Domingo: 
$ 900

Lunes a Miércoles: $ 700

PROMO PACK FAMILIAR 4 x 3

Jueves a Domingo: 
$ 2.700

Lunes a Miércoles: $ 2.100
Venta Presencial en Boleterías (Plaza Italia, Sarmiento y Parking)
Entrada general Individual Todos los días: $1.000
Entrada general Jubilado Miércoles a Domingo: $500 / Lunes y Martes sin cargo.

 

Sin cargo (todos los días)

Menores de 8 años.
Personas con discapacidad (presentando Certificado)
Estudiantes ISEA (presentando Libreta)
Estudiantes de Veterinaria y Agronomía (presentando Libreta)


Acceso
por Plaza Italia y Av. Sarmiento 2704
Estacionamiento
Av. Sarmiento 2704 y Av. Cerviño 4446



INTERNACIONAL. 

ESTOS 25 PAISES AMENAZADOS DE QUIEBRA . 

NEWS - , CNBC Indonesia

Yakarta, CNBC Indonesia 

En un informe publicado la semana pasada, la conclusión de poner a 25 países en el mundo en peligro de quiebra después de encontrar datos de cuatro métricas de cálculo, a saber, rendimientos de los bonos del gobierno, swaps de incumplimiento crediticio (CDS) a cinco años, gasto de intereses como porcentaje de producto interno bruto (PIB), y deuda pública como porcentaje del PIB.                                                                                                           

Para el país con la mayor amenaza de bancarrota, Visual Capitalist coloca a El Salvador en la primera posición.                                                                                                                    Según los datos, El Salvador tiene un pago de intereses anual del 4,9% del PIB.                        

Aquí está la infografía:

países en quiebra - inflación - economía crisis .-

Asi nos ven en otros lados del mundo.-

 

 LOS DEMOCRATAS NECESITAN DESPERTAR Y DEJAR DE COMPLACER A SUS EXTREMO

Fuente : THE ECONOMIST.
política americana

El economista

Estimado Rodolfo Atilio:                                                                                                 
The Economist es la combinación perfecta para los buscadores de conocimiento de todo el mundo, ya que le acercamos el mundo con concisión e ingenio.

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LOS DEMOCRATAS NECESITAN DESPERTAR Y  DEJAR DE COMPLACER  A SUS EXTREMOS .

For the good of America, the governing party urgently needs to take on its own activists.

Nota original en ingles, traducida al pie.

Every president yearns to be historic—but not historic like Joe Biden. At this point in his presidency Mr Biden’s singular achievement is to have the lowest approval rating of any incumbent since the 1950s. Even among Democrats, 67% think the economy is doing poorly, 78% think the country is heading in the wrong direction and 64% want another presidential candidate on the ticket in 2024.                            Mr Biden took office promising to heal the soul of the nation. Eighteen months later he has little to show for his efforts. Inflation has sapped goodwill. The White House’s attempts to mobilise the state, including the theory-of-everything bill known as Build Back Better, have stalled in Congress. Democrats are bracing themselves for heavy losses in mid-term elections in November, which would doom most of the administration’s remaining ambitions.                                                                                                  A gerontocratic rematch in 2024 could well see Donald Trump returned to the White House—legitimately.                                                                                                                                                           This newspaper does not usually hand out advice to political parties, but America’s sickly democracy requires urgent repair. A majority of Republican members of Congress have endorsed Mr Trump’s attempt to steal the previous election—and many of them are likely to see themselves rewarded if the House returns to Republican control. For as long as they pander to their base by embracing Mr Trump’s baleful influence even after he nearly overthrew the constitution, repair will not come from Republicans.

The Democrats therefore rightly see themselves as the only remaining guardians of America’s political system. The country needs parties that actually represent voters, few of whom belong to the extremes. And yet Democrats too have fallen prey to their activists.

Fringe and sometimes dotty ideas have crept into Democratic rhetoric, peaking in the feverish summer of 2020 with a movement to “defund the police”, abolish immigration enforcement, shun capitalism, relabel women as birthing people and inject “anti-racism” into the classroom. If the Democrats are defined by their most extreme and least popular ideas, they will be handing a winning agenda of culture-war grievance to an opposition party that has yet to purge itself of the poison that makes Mr Trump unfit for office.

The Democrats have begun to put this right, but they lack urgency. That may be because some of them blame their problems on others—as when the White House points to “Putin’s price hike” or the negativity of Republican politicians and the conservative media. Although there is something to this, the party also needs to ditch cherished myths that empower its idealists.

One is that a rainbow coalition of disaffected, progressive voters is just waiting to be organised to bring about a social revolution. The truth is that those who do not vote are politically disengaged and not very liberal. Some black, Hispanic and working-class voters may well see each other as rivals or have conservative views on race, immigration and crime.

Another myth is that winning over centrist voters is unnecessary, because Democrats’ fortunes will be rescued by grand structural reforms to American democracy that are tantalisingly within reach. The constitution biases the Senate and electoral college towards rural America, and thus away from Democrats. Some in the party dream of using a congressional supermajority to shift representation in Washington towards the popular vote by adding states to the union, amending the constitution or packing the Supreme Court. Yet even in better times, there is a slim chance of that actually happening.

The greatest myth is that the party’s progressive stances invigorate the base and are off-putting only to the other side. Consider the governor’s election in Virginia in 2021. After favouring Mr Biden by ten percentage points in 2020, voters elected a Republican whose signature campaign pledge was ridding schools of critical race theory (crt). That concept has become a catch-all term for conservative gripes, some real and some fantastical. Republican attacks on Democrats as out-of-touch socialists ring true to many voters in the centre.

The good news is that Democrats are showing signs of turning back from peak progressive. In San Francisco irate voters have recalled their district attorney as well as three school-board members whose zeal for ideological coups de théâtre neglected bread-and-butter problems with crime and schooling. Last year Minneapolis defeated a referendum to defund the police and New York chose a former police captain as mayor. All these causes were backed by non-white voters, including Asian-Americans in San Francisco and African-Americans in Minneapolis. Prominent Democrats running in battleground states are steering clear of the rhetoric that enthralled the party in 2020.

However, Democrats need to move faster. All too often, Mr Biden seems to distinguish himself from his party’s worst ideas in muted tones and delicate asides. He needs to be louder and clearer in defending ideas that used to be uncontroversial: rising crime is unacceptable and the police force is needed to contain it; legal immigration is better than the illegal sort, and borders should be kept secure; the study of racism belongs in the school curriculum, social-justice praxis does not. It is not enough for Democrats to bemoan Republican disinformation. They need to counter the idea that they themselves are in thrall to their own extremes.

The bullseye is in the middle.

Moving towards the centre ground would not just be a shrewd political tactic, it could also be the beginning of a cure for American democracy. The stakes could not be higher. The Republican Party has succumbed to Mr Trump’s contempt for the rule of law and the true outcome of elections. For as long as the former president is poised to stand again for his old job in 2024, rebooting the Republicans will require nothing short of overwhelming electoral defeat. And that in turn requires a clearer end to the ideological drift that is jeopardising the Democrats. Standing up to the ideologues of the left will require grit, but if Mr Biden truly wants to save the soul of the nation he will have to start with the soul of his own party.                                                                                                                                                                         + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + + 

Todo presidente anhela ser histórico, pero no histórico como Joe Biden .                    

En este momento de su presidencia, el logro singular de Biden es tener el índice de aprobación más bajo de cualquier titular desde la década de 1950. Incluso entre los demócratas, el 67 % piensa que la economía va mal
 , el 78 % cree que el país va en la dirección equivocada y el 64 % quiere otro candidato presidencial en la boleta en 2024.

Biden asumió el cargo con la promesa de sanar el alma de la nación. Dieciocho meses después tiene poco que mostrar por sus esfuerzos. 

La inflación ha minado la buena voluntad. Los intentos de la Casa Blanca de movilizar al estado, incluido el proyecto de ley de la teoría del todo conocido como Build Back Better, se han estancado en el Congreso. Los demócratas se preparan para grandes pérdidas en las elecciones de mitad de mandato de noviembre, lo que arruinaría la mayoría de las ambiciones restantes de la administración. Una revancha gerontocrática en 2024 bien podría hacer que Donald Trump regrese a la Casa Blanca, legítimamente.

Este periódico no suele dar consejos a los partidos políticos, pero la democracia enfermiza de Estados Unidos requiere una reparación urgente. La mayoría de los miembros republicanos del Congreso han respaldado el intento de Trump de robarse las elecciones anteriores, y es probable que muchos de ellos se vean recompensados ​​si la Cámara regresa al control republicano. Mientras complazcan a su base al abrazar la funesta influencia de Trump, incluso después de que casi derrocara la constitución, los republicanos no obtendrán reparación.

Por lo tanto, los demócratas se ven a sí mismos como los únicos guardianes que quedan del sistema político estadounidense. El país necesita partidos que realmente representen a los votantes, pocos de los cuales pertenecen a los extremos. Y, sin embargo, los demócratas también han caído presa de sus activistas.

Ideas marginales y, a veces, chifladas se han infiltrado en la retórica demócrata, alcanzando su punto máximo en el febril verano de 2020 con un movimiento para “desfinanciar a la policía”, abolir la aplicación de la ley de inmigración, evitar el capitalismo, volver a etiquetar a las mujeres como personas que dan a luz e inyectar “antirracismo” en el aula. . Si los demócratas se definen por sus ideas más extremas y menos populares, estarán entregando una agenda ganadora de agravios de guerra cultural a un partido de oposición que aún tiene que purgarse del veneno que hace que Trump no sea apto para el cargo.

Los demócratas han comenzado a corregir esto,pero les falta urgencia. Eso puede deberse a que algunos culpan a otros de sus problemas, como cuando la Casa Blanca señala el “aumento de precios de Putin” o la negatividad de los políticos republicanos y los medios conservadores. Aunque hay algo de esto, el partido también necesita deshacerse de los mitos preciados que empoderan a sus idealistas.

Una es que una coalición arcoíris de votantes progresistas descontentos está a la espera de ser organizada para provocar una revolución social. La verdad es que los que no votan son políticamente desconectados y poco liberales. Es posible que algunos votantes negros, hispanos y de clase trabajadora se vean como rivales o tengan puntos de vista conservadores sobre la raza, la inmigración y el crimen.

Otro mito es que ganarse a los votantes centristas es innecesario, porque las fortunas de los demócratas serán rescatadas por grandes reformas estructurales a la democracia estadounidense que están tentadoramente al alcance de la mano. La constitución sesga al Senado y al colegio electoral hacia la América rural y, por lo tanto, lo aleja de los demócratas. Algunos en el partido sueñan con usar una mayoría calificada en el Congreso para cambiar la representación en Washington hacia el voto popular agregando estados a la unión, enmendando la constitución o empaquetando la Corte Suprema. Sin embargo, incluso en tiempos mejores, existe una pequeña posibilidad de que eso realmente suceda.                                                                                                                              El mito más grande es que las posturas progresistas del partido vigorizan la base y solo son desagradables para el otro lado.  Considere la elección del gobernador en Virginia en 2021. Después de favorecer a Biden por diez puntos porcentuales en 2020, los votantes eligieron a un republicano cuya principal promesa de campaña fue librar a las escuelas de la teoría crítica de la raza ( crt ). Ese concepto se ha convertido en un término general para las quejas conservadoras, algunas reales y otras fantásticas. Los ataques de los republicanos a los demócratas como socialistas desconectados suenan ciertos para muchos votantes en el centro.                                                                                                                     La buena noticia es que los demócratas están mostrando signos de dar marcha atrás desde  el pico progresista
 En San Francisco, los votantes furiosos han retirado a su fiscal de distrito, así como a tres miembros de la junta escolar cuyo celo por los golpes de teatro ideológicos descuidó los problemas básicos con el crimen y la educación. El año pasado, Minneapolis derrotó un referéndum para desfinanciar a la policía y Nueva York eligió a un excapitán de policía como alcalde. Todas estas causas fueron respaldadas por votantes no blancos, incluidos los asiático-estadounidenses en San Francisco y los afroamericanos en Minneapolis. Los demócratas prominentes que se postulan en estados clave se están alejando de la retórica que cautivó al partido en 2020.                                                                                       

Sin embargo, los demócratas necesitan moverse más rápido

Con demasiada frecuencia, Biden parece distinguirse de las peores ideas de su partido en tonos apagados y apartes delicados. Necesita ser más fuerte y claro al defender ideas que solían ser incontrovertibles: el aumento del crimen es inaceptable y se necesita la fuerza policial para contenerlo; la inmigración legal es mejor que la ilegal, y las fronteras deben mantenerse seguras; el estudio del racismo pertenece al currículo escolar, la praxis de justicia social no. No es suficiente que los demócratas lamenten la desinformación republicana.  Necesitan contrarrestar la idea de que ellos mismos están esclavizados por sus propios extremos.         

La diana está en el medio.                                               Avanzar hacia el terreno central no solo sería una táctica política astuta, sino que también podría ser el comienzo de una cura para la democracia estadounidense. Los riesgos no podrían ser mayores. El Partido Republicano ha sucumbido al desprecio de Trump por el estado de derecho y el verdadero resultado de las elecciones. Mientras el expresidente esté listo para presentarse nuevamente a su antiguo cargo en 2024, reiniciar a los republicanos requerirá nada menos que una abrumadora derrota electoral. Y eso, a su vez, requiere un final más claro de la deriva ideológica que está poniendo en peligro a los demócratas. Hacer frente a los ideólogos de la izquierda requerirá valor, pero si Biden realmente quiere salvar el alma de la nación, tendrá que comenzar con el alma de su propio partido. 

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Este artículo apareció en la sección Líderes de la edición impresa con el título "Despertad, demócratas".